Las caries son causadas básicamente por la presencia de ácidos, producidos por las bacterias en la boca. La acción constante de estos ácidos provoca corrosión en el esmalte de los dientes y da lugar a las cavidades, que conocemos con el nombre de caries.

Existen muchos factores que contribuyen a la aparición de este problema dental. Los malos hábitos alimenticios, el flúor e incluso factores hereditarios. Sin embargo, podemos adoptar medidas que nos ayuden a evitar la aparición de este problema dental.

Os dejamos estas 7 medidas, que consideramos fundamentales a la hora de prevenir:  

Visitas al dentista

Las caries no siempre son visibles y fáciles de identificar. Por tanto, es muy importante visitar al dentista regularmente para que éste pueda evaluar la presencia (o no) de caries y así tratarlas a tiempo y adecuadamente. 

El cepillado

Cepillarse los dientes correctamente es fundamental.

Elija siempre cepillos con cerdas suaves y reemplácelos por lo menos cada dos meses. El cepillado debe hacerse posicionando la escobilla en un ángulo aproximado de 45 grados y siempre en contra de la dirección de las encías.

Lo ideal es cepillarse siempre después de cada comida.  

El hilo dental

El hilo dental debe ser nuestro aliado perfecto para eliminar los restos rebeldes a los que no tenemos acceso con el cepillo. Éstos se acumulan entre los dientes y facilitan la aparición de caries.

Debemos usar el hilo dental todos los días, especialmente antes de acostarnos.  

La lengua

Otro factor fundamental es la limpieza de la lengua. Muchas bacterias, que se acumulan en la lengua, facilitan también la aparición de caries.  

La alimentación 

Mantener una dieta saludable es esencial para una buena calidad de vida y también… ¡para combatir las caries!

El azúcar es el alimento favorito de las bacterias, por tanto, reducir su consumo y cepillarnos los dientes siempre después de consumir este tipo de alimentos, es fundamental para evitar la aparición de esta afección.

Beber mucha agua

La ingesta de agua ayuda a aumentar la salivación, equilibrando el pH de la boca y ayudándonos a prevenir la proliferación de bacterias en la boca.  

No fume

El tabaco, entre otras consecuencias negativas, reduce el equilibrio de la flora oral, favoreciendo la aparición de caries.

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